Relaciones compartidas, pero vidas separadas.

No es aferrarse a el individualismo sino respetar y valorar la calidad humana del que decidió acompañarte en el camino. No se trata de dar abasto al sentimiento o al tiempo sino de generar circunstancias que permitan garantizar una veracidad inmediata en el trato fundado en la equidad. 

No tengamos constitución que respetar, si no momentos que vayan escribiendo un libro, libro de historias que capturen las vivencias que los dos decidimos compartir, compartir por separado o juntos, pero compartir al fin... no generemos un régimen que no podamos cumplir afectando las características que conocimos y adjudicamos al momento de darnos el tiempo para pasarlo juntos, el uno pegadito al otro. 

Compartimos un momento, una vida, pero no tenemos por que volvernos uno sólo...