sábado, 25 de febrero de 2012

De niña nunca te pones a pensar en lo que será de tu vida, cuantos amigos vas a tener, que es lo que vas a estudiar, cuantas lagrimas tendrás que derramar,  si es que en algún  momento te vas a enamorar… te preocupas por nada, literal NADA. Solo muestras nerviosismo cuando bailas la “tabla rítmica” y esporádicamente te sonrojas cuando ese niño que se siente el “Don Juan” te molesta. Tus días pasan inundados en felicidad y si es que has de experimentar la tristeza, será tal vez por que tu perro murió o por que no puedes llenar tu álbum de Saylor moon. Tus papás son unos gigantes para ti, que imaginas nunca poder alcanzarlos.

Ahora tengo 20 años, no soy la madurez andando, pero bien puedo decir que ya se lo que voy a estudiar, por que es lo que hago en este momento y amo hacerlo. Qué cuantos amigos voy a tener? Aún no termino de saberlo, pero hasta el presente he hecho, tal vez no larga, pero si una muy  valiosa lista de amigos. He perdido algunos? Por desgracia si, pero aún conservo a los mejores.

Ahora descubres que tus papás jamás van a ser alcanzables, más que por el tamaño que llegues a lograr en la adolescencia, pero se mantendrán gigantes por la sabiduría con la que te irán guiando.

En este corto tiempo de vida he de decir que se derraman muchas lagrimas, muuuuchas lagrimas, y no justamente por que mamá no quiere comprarte un helado. Las lagrimas que he derramado han sido por razones necesarias, con intensidades diferentes pero siempre con un sentimiento único… sea tristeza o felicidad, por que si, también se llora de felicidad.

Cuando eres niña, lo menos que te importa es enamorarte, tal vez en esos momentos no conoces ni siquiera el significado de esa palabra y la verdad es que tardarás mucho tiempo en descubrirlo y mucho más en entender eso que llamarás amor, pero es un hecho que se volverá indispensable en tu vida. Cuando descubres lo que es enamorarte, obtienes un panorama nuevo de la vida, la llena de sentido y no es que antes no lo tuviera, sino que esta vez tu felicidad ya no  depende sólo  de ti, ahora hay un “alguien” que  te regalara infinidad de alegrías y más que eso, te ayudará a descubrir todo lo que tu cuerpo y alma puede sentir. Ahí conoces lo que significa amor, y por ende, todo lo que conlleva este sentir.
Puede ser que te enamores determinado número de veces, pero no hay que estresarse,  estamos capacitados para amar,  lo bueno es que nunca amaremos de la misma forma. Doy gracias por ello. Así que sin duda alguna, disfrutar cada intento de “amor de la vida” es lo que nos queda hacer… y tal vez… ya estés frente a él.


Cuando era niña, no pensaba en lo que seria de mi vida a las 20 años, ahora lo sé y soy feliz por tener lo que tengo, por vivir lo que he vivido, de la forma en la que lo he vivido, las cosas que he ganado y también las que he perdido. Aún falta infinidad de cosas y cual niña de infante, seguiré disfrutando como si no hubiera mañana.