Todo empezó como una bonita historia de amor, como un perfecto sueño que con el tiempo se haría realidad.
Ella lo soñaba todos los días, el era indiferente pero por dentro ella sabia que el sentimiento era recíproco. Ella no creía el amor que podía sentir por un "desconocido", por alguien, incluso en ocasiones descortés y arrogante, un cara dura... que olia a macho desde lejos. No imaginaba que algún día ese desconocido se convertiría en su confidente, en el amor que le robara el aliento con solo una mirada.
Ella era la mujer más feliz, las más dichosa por que el se convirtió en su todo, en su otra mitad. El ya no era más un desconocido ni un engreído, el había dado un giro de 180° sólo por ella.
Ella y él constuyerón un mundo aparte, sin que nadie los afectara, un mundo donde podían ser libres, vivían de amor, no había malos momentos, estaban rodeados de complicidad... No existía razón alguna que impidiera su felicidad.
Ella... un día sin darse cuenta salio de ese mundo... acabo con la historia.
Él se entero demasiado tarde... justo cuando ella ahora era la arrogante.
El se decepciono (con justas razones).
Ella se lamenta el haber escapado del perfecto mundo que con él tenia, ahora extraña el amor que se le dio durante algún tiempo y que por razones desconocidas no supo disfrutar.